Una vieja tradición y creencia popular infantil en Guatemala, cuenta que si uno sufre de una pena o de varias penas durante el día, lo aconsejable es poner una de estas muñecas bajo la almohada y al día siguiente ellas hacen su trabajo: se llevan la pena, dejando a la persona que la puso bajo la almohada mucho más tranquila. Según la tradición la diosa Ixmucané (se pronuncia Ishmucané) se reencarnó en estas muñequitas para quitar las tristezas del pueblo maya y desde ese tiempo hacia el presente muchas personas utilizan este amuleto para aliviar su alma y quitar sus penas.
(Desde Guatemala: Francisco Grazioso)