A través de un trabajo conjunto entre representantes de las salas y la Secretaría de Cultura y Educación municipal, se elaboró un procedimiento protocolar para que cada espacio cumpla con los requisitos generales de seguridad, salubridad e higiene.
De esta manera, bajo determinadas condiciones de seguridad y mediante la aplicación de protocolos, desde el mes de julio las y los rosarinos pueden disfrutar de talleres culturales. Como lo destaca Gastón Legaristi, integrante de ATIR, “las expresiones artísticas brindan salud mental, emocional y en este contexto esto es imprescindible”.
La entrega de un kit sanitario (alcohol, lavandina, jabón) y la capacitación en aplicación del protocolo fueron los gestos que la Secretaría de Cultura y Educación movilizó para que estos espacios sean un lugar seguro para el desarrollo de sus actividades.
El objetivo de la reapertura de estos espacios fue paliar la situación económica de los actores/gestores culturales, que se ha visto seriamente comprometida por el parate que implicaron las medidas de aislamiento social obligatorio.
