El uso generalizado de tapabocas y barbijos no constituyó un problema durante el invierno. Pero, ¿qué pasa cuando las temperaturas superan los 30 grados? ¿Puede traer problemas para la respiración y la salud?
“El golpe de calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol o por hacer ejercicios en ambientes calurosos y poco ventilados. Se produce porque el cuerpo pierde agua y sales, la persona comienza a sentir un malestar general por el aumento de la temperatura corporal y la falla de los mecanismos para su regulación”, relata Damián Zopatti (M.N. 111.505), médico clínico del Hospital de Clínicas.
Si se respetan las recomendaciones para evitar el golpe de calor, el uso del barbijo de tela o tapaboca no debería ocasionar inconvenientes.
“Estas ideas van en consonancia con estudios realizados en Canadá donde se midió la saturación de oxígeno a una población de adultos con uso de mascarillas faciales no médicas mientras realizaban las tareas habituales diarias. Este estudio demostró que no hay cambios significativos en la oxigenación con el uso de tapaboca en la actividad diaria cotidiana”, comenta el profesional.
Golpe de calor: qué es y cómo actuar
El golpe de calor es un cuadro de deshidratación generalizada y los síntomas son similares para todos: sed, dolor de cabeza, la sensación de tener la boca pastosa y sudar en exceso. Este malestar puede aparecer al momento o después de algunos días de altas temperaturas.
“Si la persona es joven, se le debe dar líquidos: la hidratación no debe hacerse solo con agua, es recomendable agregar bebidas con sales, o un jugo de fruta y después enfriar el cuerpo. Lo más importante es prevenir: las personas mayores y los bebés deben estar en condiciones frescas, con agua suficiente. Si comienzan a sudar mucho, o están demasiado tranquilos o tienen sed hay que ofrecer líquidos. Y si se quedan dormidos o se desmayan hay que dar aviso al médico y activar el sistema de salud” agrega Zopatti.